www.paquebote.com > SANTIAGO ALBA RICO
Segunda entrega de guiones de la serie de televisión «Los Electroduendes», incluida dentro de la programación de La bola de cristal, de TVE, emitida en la segunda mitad de los años ochenta. La gran acogida que tuvo la primera entrega que, bajo el título ¡Viva el mal! ¡Viva el Capital!, publicamos en Virus editorial, nos ha animado a la publicación de esta segunda entrega de «fábulas de marxismo satírico para niños» que nos han de permitir seguir riéndonos de los males que nos aquejan en un mundo regido por el egoísmo, la explotación de las personas y de la naturaleza, y la guerra.
El capitalismo ha suspendido, bajo la forma mercancía, la diferencia decisiva y milenaria entre cosas de comer, cosas de usar y cosas de mirar; ha borrado todas las fronteras entre el hambre y la mirada, entre el consumo y el conocimiento. Llevado este modelo a su extremo, ¿podemos seguir hablando realmente de Cultura? ¿Qué clase de Cultura sería una Cultura sin vínculos con el exterior, de cuerpos interrumpidos y almas chinescas, de no-lugares y distancia tecnológica en el que las cosas-símbolo fuesen completamente sustituidas o encubiertas -tal y como ya ocurre en nuestro pequeño pero dominante mundo occidental- por "eidos" intocables, signos autistas y puras e inasibles virtualidades "humanas"? Estas son algunas de las preguntas a las que trata de responder "La ciudad intangible".
Un libro puede cambiar el mundo
Freud convenció a la tradición literaria occidental de que todos los niños quieren matar a sus padres cuando lo que en realidad nos cuenta la historia de Edipo -como varias decenas de mitos y relatos populares- es, al revés, que son los padres, o al menos los reyes, los que quieren matar, devorar o abandonar a sus hijos.
Este libro, que cabalga entre el ensayo y la ficción, parte de una experiencia singular: la lectura compartida de la literatura sin etiquetas: Homero, Dickens, Canetti, Dante, Salinger...
A partir de ahí plantea y responde a dos preguntas inseparables: «¿Para qué sirven los niños?» y «¿Para qué sirven los libros?». En una sociedad dominada por «solteros sin imaginación», en la que la infancia, exaltada en un escaparate, se ha vuelto más vulnerable que nunca y en la que la discontinuidad del niño y la continuidad del relato están radicalmente amenazadas, Santiago Alba Rico reivindica una especie de nuevo compromiso «materno» que una, como en la experiencia de Sherezade, los Cuentos y los Niños. De ello depende la educación, no de Edipo, sino de Layo; es decir, la educación de los asesinos.
La crítica ha dicho...
«Leer con niños va de niños y de libros, pero mucho más del niño que los adultos llevamos dentro, sin que falte el adulto que los niños llevan dentro.»
El Mundo
«Habla de la gente que defiende su tiempo para leer, de la vida en una época bárbara que pretende acabar con los relatos de carne y hueso, de las nuevas formas virtuales de dominación, de la pobreza, de las prisas crueles de un capitalismo que nos impone hábitos de solteros y de huérfanos.»
Luís García Montero
«Un libro cautivador y excitante, repleto de destellos: un libro valientemente interpelador en el que destacan las observaciones muy delicadas sobre los niños, fruto de una atención apasionada y amorosa.»
Ignacio Echevarría, El Mercurio
«Un libro delicado y brutal sobre para qué sirven los niños y, por lo tanto, para qué sirve la diferencia entre lo bueno y lo malo, lo horrible y lo maravilloso. Un libro necesario cuando esas diferencias parecen confusas a tantas personas.»
Belén Gopegui
«Tras muchos años de haber combatido la escuela y la familia como aparatos de reproducción ideológica, este libro vuelve a reivindicarlas desde la izquierda como espacios de resistencia.»
Rebelión.org
«Este ensayo sobre el papel de la literatura y la educación en la jungla salvaje del capitalismo contiene pistas impagables y preguntas inquietantes.»
Javier Rodríguez Marcos, El País
«Leer con niños [...] fluctúa entre el ensayo, la literatura, el periodismo y la autobiografía con una fluidez deslumbrante
Darwin Palermo
“Simplifiquemos las altísimas aspiraciones de la Civilización: queremos más agua, más luz, más petróleo, más carne, más coches, más móviles, más televisores y queremos, además, tener razón, ser más buenos, más justos, dar lecciones, concentrar una moral superior. Para tener más agua, más luz, más carne, más petróleo, tenemos que bombardear ciudades, ocupar países, sostener dictadores, serrar cotidianamente, minuciosamente, los grandes mandamientos que nos hemos dado; para tener más razón, para ser más buenos, más justos, para dar lecciones y seguir concentrando una moral superior tenemos que engañarnos.” (Santiago Alba)
"Santi Alba es presentado frecuentemente como intelectual o filósofo, pero algunos de los que le seguimos sabemos que él no se considera como tal, sino más bien como un agitador o resistente, o un iconoclasta, como él mismo señala en uno de los artículos que se incluye en el libro. Y también podríamos añadir a estos calificativos el de maestro, en el sentido que he comentado, porque a diferencia de algunos presuntos agitadores, Santi no sustituye unos lugares comunes por otros. Palestina, Iraq, Cuba, la dignidad y la lucha contra la injusticia, son hilos conductores de unas reflexiones originales que en muchas ocasiones nos aportan puntos de vista en los que no habíamos reparado. En su nuevo libro no hay retórica panfletaria, ni pirotecnia para espectadores boquiabiertos. Estas 350 páginas son el resultado de un trabajo de agitación atravesado de cabo a rabo por la lucidez de la conciencia." (Xabier Makirriain, "Rebelión").